domingo, 7 de septiembre de 2008

La vida del otro



















Una vez tuve una conversación con un hombre alemán sobre la vida en la parte este del país entre los años 1945-89, es decir, en la RDA. El tema de por sí me llamaba mucho la atención, pero lo que más me sorprendieron fueron las conclusiones a las que fui llegando.

Recuerdo que me habló de la sensación más o menos habitual que cualquier ciudadano podía tener en su propio trabajo. Sus palabras aproximadas fueron: "En medio de una conversación tranquila con un compañero a la salida del trabajo, podías pensar: ¿y si en realidad es un espía?" Siempre me han gustado los testimonios históricos aunténticos y personales, pero esta vez no sé si era lo que quería oír. Y quizá no por aquel pensamiento en concreto, sino porque a continuación añadía que tampoco el momento político actual (2004) era mejor, simplemente diferente.

Es cierto que las comparaciones absolutas no existen y que siempre hay ventajas e incovenientes entre cosas diferentes, pero eso me hizo pensar en la facilidad del hombre para apegarse a un sistema o una forma de vida y lo que puede llegar a costarle un cambio. Como ejemplo me puso el de la cerveza: cuando llegaron las grandes marcas de cervezas bavieras a la RDA (Paulaner, Franziskaner...) fue como una revolución. Sin embargo, él contaba que, pasado cierto tiempo, se cansó de ellas y volvió a sus marcas de siempre.

Recuerdo que se acercó a hablar con nosotras tras verme coger el periódico Frankfurter Allgemeine (en el que encontré una interesante encuesta que reflejaba cómo la mayoría de los alemanes occidentales no veían justo contribuir económicamente también ellos a la reconstrucción de la parte oriental) lo cual, según dijo, le había sorprendido bastante.

También recuerdo que casi al final de nuestra conversación intentó insinuarse y me dejó su número de teléfono escrito en uno de los posavasos de nuestras cervezas. Esto no me agradó demasiado, sobre todo por su edad y también porque pensé que nuestra conversación había tenido sentidos muy diferentes. Sin embargo, siempre que leo el nombre completo de Mozart, entre una extraña mezcla de melancolía y compasión, me viene este recuerdo a la cabeza, ya que su nombre también era Wolfgang.





(Foto by Grace, 08-2008)

8 comentarios:

Grace dijo...

jajaja thanx for the credits ;)
por cierto, olvidaste mencionar a Buckley en la música...haz el favor. U´re welcome. Precioso blog.

E.H. dijo...

Thanx, Grace! O debería decir, my dear visitor nº 1 :-DDDD

Ahora mismo lo menciono, de hecho, voy a dedicarle algún espacio exclusivo a él sólo, cuando aprenda a hacerlo...

Por cierto, ¿me has engañado vilmente antes con lo de los comentarios! Tú sí q entiendes de interpretación! No como Charlie I, riéndose por un pasillo de la DDR, cuando interpretaba a un sublevado de la dictadura perseguido por un espía sin escrúpulos (yo), juasss!

Mañana seguimos con nuestro "proyecto".

Besos, Grace

Grace dijo...

jaja qué eficacia, así me gusta, tito Jeff en primer lugar, y con videos y todo! uaouuu!!! el blog va a arrasar cual melodía de Bach en Pascua en Leipzig! Top notch!!!

your dear visitor nº 1, working, btw

pd.- comentarios???

Grace dijo...

Exijo explicación a ciertos videos, en concreto el del creacionista y 2+2= VAGINA. Soy toda orejas.

E.H. dijo...

Vale, te lo explico a ti y a todos los futuros visitantes que se hagan la misma pregunta que tú:

Para seleccionar los vídeos sólo puedo poner palabras clave y se cuelgan aleatoriamente los que saldrían si hicieras una búsqueda con esas palabras en youtube, además van cambiando. (Por lo que observo, Grace, que tu mañana ha sido realmente productiva). Ya iré especificando más con las palabras clave, que aún no me ha dado tiempo, pero lo que puede pasar y pasa es que si yo pongo "jeff buckley morning theft" puede salir una presentación de estas super cutres con las fotos de un colgao, sólo porque ha elegido dicha canción como fondo; o una col(e)ga deleitándonos con su fina voz, imitando a tito Jeff (si es q eso es posible) o al primero que se le ocurra para nuestra des"gracia", que el ocio es muy peligroso...

Tas kedao? I hope so.

Escanéame al Bach que lo cuelgo.

Los comentarios, luego, que he soñado con la conversación y todo.

Xus!

Paul Spleen dijo...

«Pensé que nuestra conversación había tenido sentidos muy diferentes».

Se ve que, además de insociable, en aquella época eras también inocentica. ;o)

¡Muchas gracias por las fotos! Has hecho que me pregunte por qué no fui a la torre Gálata al atardecer, y no con toda la solana del mediodía…

E.H. dijo...

Jaja. Un par de cosas, Paul:

1. Te puedo asegurar que esta época marcó el principio de mi apertura a la sociedad. De todas formas, ¿qué te hace pensar que la historia que cuento en primera persona sea real y personal?

2. En el hipotético caso de que la historia fuera real, habría una tercera persona presente y te puedo asegurar que, como poco, cabía la duda. Aunque sí, la prota de esta historia a veces era y es un poco inocente...

Alles klar? :-)

Lo de no subir al atardecer es normal, teniendo en cuenta los pocos días que estuviste! Te recuerdo que yo estuve 8 y los dedicamos íntegramente a patearnos la ciudad. Antes o después habríamos acabado allí en ese momento.

¡Saludos y gracias por el enlace! ;-)

Marta dijo...

No me he enterado de nada... Pero el descubrimiento de un artilugio que haga que no me chamusque las piernicas mientras robo internet, se merecía una visita... este blog es como mu familiar no?
Las fotos geniales y la historia (hasta donde me llega para entender) también!